
Él acababa de estrenar su película. Ella se casaba al día siguiente. Él le confesaba que se sentía solo. Insatisfecho. Vacío. Ella acababa de publicar su novela. Él se acababa de separar. Ella confesaba que no sabía si hacía lo correcto.
El novio frente al altar. Las doce en punto. Invitados de negro. Ella de un blanco inmaculado. Descapotable azul. Él no sabía si hacía lo correcto. Ella se sentía más viva que nunca. Asientos de cuero. Él conducía. Ella se desprendía de un velo que liberaba su pelo. Dirección, la que improvisara el destino. En la radio suena la marcha nupcial. Mientras tanto, el inquieto novio mira el reloj.
1 comentario:
Gracias por haber dejado tu huella en mi blog, no sólo por haber tomado de tu tiempo en leerme, sino también por traerme a conocer este espacio. Muy lindo todo.
Yo también volveré.
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