
Dejó tras de ella toda una vida. Ayer había visto "Elsa y Fred". Una historia de amor pasados los sesenta. Nunca es tarde para amar. No quiso esperar ni un minuto más. Al final del camino puede esperarte el amor de tu vida. Ella también quería protagonizar la escea de "La dolce vita" en la Fontana di Trevi.
Buscaba el amor. Y amó. Para que luego digan que el cine no es necesario.
1 comentario:
Claro que no es necesario, aparte de ser ficticio no?
Agradezco que hayas dejado tu huella en mi espacio, y lamento haber tardado tanto en responder.
Un beso grande!
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